El Atlético de Madrid, bajo la dirección de Diego Simeone, logró ser campeón de invierno por primera vez en la historia del club después de una victoria trabajada ante Osasuna. Este triunfo representa la 14ª victoria consecutiva para el equipo colchonero, consolidando así su mejor racha histórica. Durante el partido, Vicente Moreno, el técnico rival, logró contener al Atlético en el primer tiempo con una sólida defensa, lo que obligó a Simeone a realizar cambios estratégicos. La entrada de Lino resultó clave, ya que su participación en el campo complicó la labor defensiva de Rubén Peña, permitiendo al equipo madrileño adaptarse y modificar su táctica ofensiva. Simeone destacó el trabajo colectivo del equipo y su habilidad para superar obstáculos, mencionando que el éxito se cimienta en la humildad y el enfoque en cada partido.
La clave de esta victoria fue el gol de Julián Álvarez, que llegó tras un saque de esquina, una jugada de estrategia ensayada que Simeone ha enfatizado como crucial, recordando incluso su importancia en el título de liga de 2014. Con 44 puntos al finalizar la primera mitad de la temporada, Simeone insiste en que el enfoque debe seguir siendo el mismo, partido a partido, evitando distracciones y sin faltar el respeto a los demás equipos de la liga. Tras analizar el desempeño en el primer tiempo, donde el Atlético encontró dificultades para romper la estructura defensiva de Osasuna, Simeone hizo hincapié en la tranquilidad y el mejor posicionamiento en el segundo tiempo como claves para mejorar el control del juego y, eventualmente, asegurar la victoria.
Leer noticia completa en OK Diario.
