La remodelación urbana ha comenzado con controversia después de que el concurso de ideas, organizado por el Ayuntamiento en colaboración con el Colegio de Arquitectos, fuera impugnado. La polémica surge debido a que los proyectos que obtuvieron el primer y tercer lugar no cumplían con las bases establecidas en la convocatoria. Este incidente ha generado un clima de incertidumbre y críticas por parte de los participantes y miembros del colectivo arquitectónico, quienes demandan un proceso más transparente y conforme a las normas estipuladas.
El Ayuntamiento y el Colegio de Arquitectos expresaron su compromiso de revisar las decisiones del jurado con el fin de garantizar la equidad del proceso. Mientras tanto, la comunidad local observa con atención, preocupada por el impacto que esta situación podría tener en el progreso de la remodelación y en la legitimidad de futuros concursos. Este caso subraya la necesidad de una supervisión rigurosa y el respeto a las reglas para mantener la confianza pública en proyectos de gran envergadura.
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