En una operación coordinada por las autoridades locales, varios operarios se desplazaron a una zona específica de Madrid para llevar a cabo trabajos de gestión ambiental que involucran un total de 124 árboles. La operación incluye la tala de ochenta ejemplares y el trasplante de cuarenta más, decisiones que apuntan a una reconfiguración del espacio forestal de la zona. Estos trabajos responden a un plan que busca tanto mejorar la seguridad como adecuar el espacio urbano a nuevas necesidades de uso. Durante la intervención, la presencia de varios coches de la Policía Municipal garantizó la seguridad y el orden, mientras los operarios ejecutaban las complejas labores de tala y traslado sin contratiempos.
La medida, que ha generado interés entre los vecinos, se enmarca dentro de un programa más amplio de manejo del arbolado urbano, cuyo objetivo es asegurar la viabilidad de las plantaciones en entornos con alta densidad de población. Los trasplantes permitirán ubicar algunos de los árboles en áreas más adecuadas para su desarrollo, mientras que las talas se justifican en criterios de seguridad y sanidad de los ejemplares. Aunque este tipo de intervenciones a menudo provoca reacciones mixtas entre los residentes y activistas medioambientales, las autoridades han asegurado que se están respetando todas las normativas vigentes sobre gestión sostenible y conservación del entorno natural.
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