En respuesta a las crecientes amenazas de desastres naturales en Europa, el mecanismo RescEU ha resurgido como un pilar crucial en la gestión de crisis. Nacido de las cenizas de los devastadores incendios en Pedrógão Grande, Portugal, en 2017, este sistema se formalizó en 2019 para asegurar una respuesta unificada y rápida ante emergencias que desbordan las capacidades nacionales. Con la reciente activación del programa en medio de las desastrosas inundaciones en el Levante español, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha reafirmado el compromiso europeo de solidarizarse con las naciones afligidas, activando Copernicus y movilizando la Protección Civil de la UE. RescEU no solo ha demostrado su eficacia en desastres naturales, sino también en crisis humanitarias, como la guerra en Ucrania, donde brindó asistencia valorada en 110 millones de euros solo este año.
Challengeado por los pronósticos de un aumento en la frecuencia y gravedad de los desastres relacionados con el cambio climático, el programa RescEU ha expandido sus recursos, incorporando flotas aéreas de extinción de incendios y reservas de suministros médicos. Esta iniciativa busca la cooperación transnacional, donde Estados miembros como Grecia, Italia, y España participan proporcionando infraestructura esencial. La UE premia su colaboración financiando hasta el 90% del costo de equipos necesarios y cubriendo gran parte de los costos operativos durante las emergencias. Sin embargo, la pertenencia conlleva una obligación solidaria: equipos adheridos deben asistir a otras naciones cuando así lo determinen los coordinadores desde Bruselas. El futuro para RescEU incluye también preparativos para enfrentar amenazas químicas, biológicas, radiológicas y nucleares, ajustando así sus capacidades a las necesidades emergentes del continente.
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