Cuatro dirigentes opositores, junto con la madre de una líder opositora, han llegado a Estados Unidos tras pasar 13 meses refugiados y enfrentando hostigamiento en una legación diplomática. Este grupo, que había buscado asilo en la embajada debido a la persecución política en su país de origen, finalmente logró salir gracias a negociaciones diplomáticas que aseguraron su traslado a territorio estadounidense. Durante su permanencia en la embajada, enfrentaron diversas dificultades, incluyendo presiones políticas y limitaciones logísticas.
La llegada de los opositores a Estados Unidos marca un nuevo capítulo en su lucha por los derechos humanos y la democracia. Las autoridades estadounidenses han expresado su compromiso de apoyar a los refugiados políticos en situaciones similares, destacando la importancia de proteger a quienes son perseguidos por sus ideales. Este caso subraya la tensión política persistente en el país de origen de los líderes opositores y pone de relieve los desafíos enfrentados por aquellos que defienden la libertad y la justicia en entornos represivos.
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