En el distrito madrileño de Puente de Vallecas, el proyecto piloto ‘La Tribu del 12’ busca ofrecer una solución innovadora para los menores vulnerables en riesgo de ser captados por bandas juveniles violentas. Con la participación activa de una treintena de escolares, la iniciativa ofrece un programa multidisciplinar de apoyo integral que promueve el ocio saludable y la creación de entornos seguros, con el fin de reducir el absentismo escolar y otros riesgos asociados.
El programa, que comenzó en octubre, está diseñado para niños y adolescentes de entre 9 y 13 años del Centro de Educación Infantil y Primaria (CEIP) El Madroño. Estos estudiantes, provenientes de los barrios de Numancia y San Diego, participan en actividades lúdicas, educativas y culturales fuera del horario escolar. El objetivo es ofrecerles herramientas y habilidades que los alejen de influencias negativas, mediante un enfoque coordinado por educadores sociales, maestros y psicólogos.
Inma Sanz, vicealcaldesa de Madrid y delegada de Seguridad y Emergencias, ha visitado el proyecto y ha participado en varias de sus actividades, reafirmando el compromiso del Ayuntamiento para afrontar de manera preventiva la captación de jóvenes por bandas. Sanz ha sido nombrada miembro honorífico de ‘La Tribu del 12’, recibiendo una sudadera con el logo diseñado por los propios niños.
Este ambicioso proyecto es gestionado por Madrid Salud en colaboración con la Junta Municipal de Puente de Vallecas, y cuenta con la financiación de los fondos SURES del Ayuntamiento. La inversión inicial se completará con un contrato de dos años, prorrogable por tres más, con un presupuesto de 425.000 euros.
Simultáneamente, el Ayuntamiento ha fortalecido el Servicio de Agentes Tutores de la Policía Municipal, que actúa de manera cercana y preventiva en la protección de menores y sus entornos escolares. Desde 2019, este servicio ha recibido un aumento significativo de personal, especialmente en los distritos del sur y este de Madrid, para abordar problemas como el absentismo escolar, el consumo de drogas y la violencia.
Con estos esfuerzos alineados, Madrid apunta a crear un futuro más seguro y prometedor para sus comunidades jóvenes, asegurando que no solo se mantengan alejados de influencias negativas, sino que tengan un apoyo constante para su desarrollo.