En un vehemente comunicado, William O’Neill, experto de la ONU en derechos humanos para Haití, condenó los recientes y devastadores ataques a infraestructuras sanitarias perpetrados por pandillas armadas en el país caribeño. Las instalaciones médicas, fundamentales para la ya precaria situación sanitaria de Haití, se encuentran al borde del colapso debido a la violencia incesante.
O’Neill hizo un llamamiento urgente al resaltar el impacto directo de esta violencia en la población, especialmente tras incidentes significativos como el asalto al Hospital Bernard Mevs de Puerto Príncipe el 17 de diciembre. La situación se tornó aún más sombría después del asesinato de periodistas y un oficial de policía en el Hospital General una semana después. “Estas organizaciones criminales han asesinado y secuestrado a médicos, enfermeras y otros trabajadores de salud, incluyendo personal humanitario», señaló el experto.
La situación es desalentadora: solo el 37% de los centros de salud en Puerto Príncipe operan plenamente, una cifra inquietantemente baja que se ha visto perjudicada por la destrucción, el saqueo y los incendios provocados en hospitales y clínicas. Las consecuencias son devastadoras no solo para el sector salud, sino también para el bienestar general de la población. La falta de acceso adecuado a los servicios sanitarios va en detrimento del derecho a la salud, exponiendo a millones de haitianos a enfermedades como el cólera y la tuberculosis.
Los periodistas, esenciales en la cobertura de esta crisis, no han escapado a los actos violentos. O’Neill destacó el riesgo creciente para los profesionales de los medios, muchos de los cuales han sido asesinados o han debido buscar refugio fuera del país debido a las continuas amenazas.
En vista de esta alarmante situación, O’Neill ha pedido un esfuerzo coordinado por parte de la comunidad internacional para apoyar a Haití en la lucha contra la inseguridad. Subrayó la necesidad de colaboración internacional para trabajar junto a las autoridades haitianas y llevar ante la justicia a los responsables de estos atroces actos de violencia.