La exposición de los adolescentes a la violencia sin filtros se ha convertido en un problema serio, según distintos expertos en salud mental y educación. En la era digital actual, los jóvenes tienen acceso ilimitado a contenidos violentos a través de diversas plataformas, lo que puede influir negativamente en su desarrollo emocional y cognitivo. Psicólogos y educadores están preocupados por los efectos a largo plazo de este fenómeno, que va desde el aumento de la ansiedad y la agresividad hasta la desensibilización hacia la violencia. La facilidad de acceso a estos contenidos y la falta de supervisión adecuada por parte de los adultos complican aún más la situación, haciendo de esta exposición un desafío significativo para padres y educadores.
Además, las redes sociales y las plataformas de vídeo en línea, a menudo utilizadas por los jóvenes sin el conocimiento o la supervisión de los adultos, ofrecen una vía directa para encontrarse con imágenes y situaciones violentas en tiempo real. A pesar de los esfuerzos realizados por algunas plataformas para filtrar y controlar estos contenidos, la realidad es que muchos adolescentes están expuestos a ellos antes de que puedan ser retirados. Expertos sugieren la implementación de programas educativos que fomenten una conciencia crítica sobre el consumo de contenidos digitales, así como políticas más estrictas para proteger a los menores en el espacio virtual. Estos pasos podrían tomar tiempo, pero apuntan a la necesidad urgente de abordar un problema que repercute gravemente en la salud mental y el bienestar de las futuras generaciones.
Leer noticia completa en El Mundo.