La mañana de hoy ha sido escenario de una visita oficial con motivo especial: la finalización de las obras de rehabilitación de la sala de máquinas de la Fuente de Juan de Villanueva, un icónico monumento en el parque del Oeste de Madrid. Acompañada por Borja Fanjul, concejal de Moncloa-Aravaca, la delegada de Obras y Equipamientos del Ayuntamiento, Paloma García Romero, ha evaluado de cerca los resultados de una intervención que se llevó a cabo con un presupuesto de 384.000 euros.
La intervención en la sala de máquinas se centró en reparar los daños estructurales severos que afectaban a la instalación. Se trataba de demostraciones inquietantes: grietas con aberturas notables, desplome de muros, y asientos desiguales fruto del movimiento del terreno. El proyecto de rehabilitación incluyó una serie de procedimientos esenciales. Desde la demolición de bordillos y la estructura del cuarto existente hasta excavaciones y rellenos posteriores, paralelamente se llevó a cabo el desmontaje de las instalaciones hidráulica y eléctrica. Finalmente, se construyó un nuevo cuarto y se repuso la zona verde que embellece la glorieta.
Adicionalmente, en un esfuerzo por modernizar y optimizar el uso energético, se sustituyeron las luminarias tradicionales por nuevas luces LED de alta eficiencia. Es importante destacar que la estructura técnica es independiente del monumento de la fuente, por lo que este último no ha necesitado intervención alguna. Sin embargo, para salvaguardar su integridad, la fuente fue protegida durante todo el proceso mediante una estructura metálica, asegurando que su elegancia y esplendor continuaran intactos.
La Fuente de Juan de Villanueva, un emblema de la ciudad, se erige en la glorieta donde convergen el paseo de Camoens y la calle de Francisco y Jacinto Alcántara. Su historia se remonta a su inauguración en 1952 como un tributo al ilustre arquitecto en la glorieta de San Vicente. Sin embargo, fue trasladada a su ubicación actual en 1995 tras la remodelación de la glorieta. Con sus 21 metros de altura, la fuente no solo destaca como la más esbelta de Madrid, sino que representa un pedazo de la rica historia arquitectónica de la ciudad.
El trabajo culminado hoy preserva no solo una estructura técnica vital para el funcionamiento de la fuente, sino también un trozo invaluable de la historia y el patrimonio cultural madrileño, asegurando su disfrute para las generaciones futuras. La intervención refleja el compromiso del Ayuntamiento de Madrid con la conservación de sus monumentos históricos y la mejora continua de sus espacios públicos.