El Real Madrid afrontaba el enfrentamiento contra el Villarreal con cierta presión por demostrar una mejoría tras sufrir una derrota en Lille, que puso fin a una racha de 36 partidos invictos. En el Santiago Bernabéu, los locales encontraron un respiro con un gol tempranero de Federico Valverde, fruto de una jugada de estrategia de córner que sorprendió a Diego Conde, el portero rival. Sin embargo, el partido estuvo lejos de ser cómodo para el equipo de Carlo Ancelotti, quien desde el banquillo observaba cómo el Villarreal planteaba un juego más fluido y con Álex Baena destacándose en la creación de espacios. La superioridad del juego del Villarreal se hizo evidente en algunos momentos, como cuando Nicolas Pépé y Thierno Barry estuvieron cerca de igualar el marcador con sendos cabezazos peligrosos. Pese a las dificultades y el buen trabajo de los visitantes, el Madrid logró aguantar las ofensivas rivales, con Eduardo Camavinga destacando en el mediocampo al recuperar balones y distribuir juego, conectando con sus compañeros Valverde, Modric y Bellingham.
El partido fue un claro reflejo de un Real Madrid aún en búsqueda de su mejor versión, con algunas de sus figuras como Kylian Mbappé todavía tratando de alcanzar un óptimo estado físico tras recuperarse de una lesión. Mbappé, aunque titular, no pudo brillar y fue sustituido al minuto 70. Fue entonces cuando Vinicius Junior aprovechó el espacio liberado y desde fuera del área marcó el segundo tanto, sellando la victoria para los blancos. Sin embargo, la máxima nota negativa fue la lesión de Dani Carvajal, quien dejó el campo en camilla tras un preocupante incidente con su rodilla, añadiendo más tensión a la situación del club. A pesar de alcanzar temporalmente al Barcelona en puntos en la cima de la tabla, la incertidumbre sobre la salud de Carvajal y la necesidad de ajustar el juego colectivo persiste para el equipo madrileño, que encara el futuro inmediato con preocupaciones tanto en el campo como en la enfermería.
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