En un escenario de creciente incertidumbre geopolítica y proteccionismo económico, tanto España como el resto de Europa enfrentan una necesidad urgente: redefinir su modelo de crecimiento. Esta cuestión fue el foco principal del foro “Perspectivas de la economía española: ¿hacia un nuevo modelo de crecimiento?”, que reunió en el Cercle d’Economia de Barcelona a destacados líderes del sector económico, incluidos el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, y presidentes de grandes corporaciones como KPMG España y Farmaindustria.
El consenso entre los participantes fue claro: las economías europeas deben actuar unidas, enfocándose en sectores de alto valor añadido, como la innovación tecnológica y la sostenibilidad. Carlos Cuerpo enfatizó que Europa, un mercado con 450 millones de consumidores, debe reivindicar su lugar en el escenario global y dejar de actuar con timidez.
Un tema recurrente en la discusión fue la dificultad de Europa para transformar su fuerte potencial investigador en productos comercializables. Fina Lladós, presidenta de Farmaindustria, subrayó la necesidad de clarificar los sectores estratégicos y facilitar la transferencia de innovación al mercado. La fuga de startups a Estados Unidos en busca de un entorno más favorable es un claro indicador de los desafíos actuales.
Otro desafío crítico es el desajuste entre el sistema educativo y las demandas del mercado laboral, sobre todo ante la irrupción de tecnologías como la Inteligencia Artificial Generativa. Juanjo Cano, de KPMG España, señaló que esta transformación requiere que las empresas asuman un papel más activo en la formación continua de sus empleados.
Las recientes políticas arancelarias de Estados Unidos también fueron objeto de análisis, con un impacto palpable en la actividad de fusiones y adquisiciones. Cano destacó la atmósfera de espera que reina actualmente en los mercados, exacerbada por la incertidumbre internacional.
Un mensaje recurrente en el foro fue la urgente necesidad de simplificar la regulación europea, percibida como un obstáculo significativo para la competitividad, especialmente para las pequeñas y medianas empresas. Propuestas como el sistema “UE-28” buscan ofrecer alternativas más ágiles para sortear las complejidades normativas actuales.
El evento culminó con un llamado a reforzar la colaboración público-privada, mejorar la integración de políticas económicas a nivel europeo y asegurar las infraestructuras necesarias para impulsar modelos productivos de alto valor añadido. Carlos Cuerpo concluyó con una reflexión sobre la necesidad de generar confianza y actuar con agilidad para seguir siendo competitivos en un contexto global en constante cambio.
La reflexión del Cercle d’Economia resalta que, aunque Europa y España enfrentan desafíos significativos, también tienen una oportunidad única para transformarse y adaptarse a las exigencias del mercado mundial.
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