La inteligencia militar británica ha reportado un aumento en las ofensivas rusas en Ucrania, especialmente en el norte del país y en la provincia rusa de Kursk, áreas que han sido focos de tensión desde la invasión sorpresa del año pasado. Según el Ministerio de Defensa británico, Rusia está actualmente involucrada en combates intensos en la región de Donetsk, intentado capturar las ciudades clave de Toretsk y Chasiv Yar, objetivos persistentes a lo largo de todo el año. Mientras tanto, el frente sur ha experimentado menos actividad, quizás debido a que las fuerzas rusas han priorizado otros frentes, como el norte ucraniano, donde ataques recientes han dejado decenas de víctimas en lugares como Sumi.
En la región de Járkov, también en el norte, las fuerzas rusas han lanzado asaltos hacia Kupiansk, un centro ferroviario y logístico estratégico, logrando mantener una posición en Zapadne, al oeste del río Oskil. Sin embargo, los avances rusos han sido obstaculizados por los ataques de artillería y el uso de sistemas aéreos no tripulados por parte de las defensas ucranianas, que complican los intentos de los rusos para realizar cruces de pontones. Este escenario dibuja un panorama bélico complejo, en el que cada movimiento es decisivo para el desarrollo del conflicto en las próximas semanas.
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