El Gobierno británico ha decidido otorgar mayores poderes a la Policía para restringir las manifestaciones, una medida que surge tras la detención de casi 500 personas en una protesta pacífica en apoyo al grupo propalestino proscrito, Palestine Action. La ministra del Interior, Shabana Mahmood, anunció que se enmendará la Ley de Orden Público de 1986, permitiendo a los agentes considerar el impacto acumulativo de las protestas en las comunidades a la hora de decidir su autorización. Mahmood destacó la necesidad de equilibrar el derecho a la protesta con la protección de la ciudadanía, mencionando el temor que sienten ciertas comunidades, especialmente la judía, en el contexto actual.
La jornada de protestas del pasado sábado fue marcada por una sentada en la plaza de Trafalgar, donde 488 personas fueron detenidas, elevando el total de arrestos relacionados con el grupo a aproximadamente 1.500 desde su prohibición en julio. Aunque el Gobierno justifica las medidas por razones de seguridad pública, críticos argumentan que ello vulnera derechos fundamentales como la libertad de expresión y el derecho a la protesta. A pesar de las peticiones de suspender las manifestaciones en respeto al duelo por un atentado en una sinagoga, los organizadores optaron por continuar, resaltando la desconexión de ambos eventos. Las nuevas restricciones se sumarán a las que ya existen, como la prohibición de cubrirse el rostro o escalar monumentos.
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