En 2006, el conocido empresario Antonio ‘Niño bonito’ Pérez, vinculado al caso de corrupción urbanística en Marbella, huyó de España un día antes de ser detenido. Pérez, en su momento, considerado uno de los hombres más cercanos al exalcalde Jesús Gil, fue acusado de ser parte de una extensa red de corrupción que involucraba a empresarios y políticos en la Costa del Sol. La trama, que sacudió los cimientos del municipio, dejó un rastro de irregularidades en licitaciones y concesiones de terrenos.
Casi dos décadas después de su fuga, Pérez está preparando su regreso a España. Este anuncio ha generado revuelo, ya que coincide con el fortalecimiento de medidas judiciales contra la corrupción en el país. A pesar del tiempo transcurrido, el caso sigue siendo un símbolo del abuso de poder y la falta de transparencia en la gestión pública. La reaparición de Pérez promete reavivar un debate nacional sobre justicia, impunidad y reformas para evitar estos escándalos en el futuro.
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