El retorno a las aulas en Getafe ha sido marcado por una serie de desafíos persistentes y retrasos en infraestructuras educativas, que afectan a miles de alumnos y sus familias. Un total de 28.923 estudiantes ha comenzado o retomado su etapa escolar entre los días 5 y 10 de septiembre. Esta cifra incluye 1.580 menores en Escuelas Infantiles Públicas, Casas de Niños y CEIP autorizados, 16.867 estudiantes en Educación Infantil y Primaria, 258 en Educación Especial, 8.297 en Educación Secundaria Obligatoria y 1.921 en Bachillerato.
A pesar de los esfuerzos municipales, la construcción del Instituto de Educación Secundaria (IES) en Los Molinos lleva un retraso de cinco años. El resultado es la expulsión diaria de aproximadamente 400 alumnos del barrio a otros centros de secundaria más alejados. Además, la falta de un segundo colegio en esta zona ha obligado a más de 1.500 menores en etapas de infantil y primaria a desplazarse a centros educativos fuera de su barrio.
En este contexto, el CEIP Ana Mª Matute se ha convertido en un centro de atención preferente para alumnos con necesidades educativas especiales derivadas del trastorno del espectro del autismo (TEA). Getafe ya cuenta con 17 centros específicos TEA públicos, además de 5 IES públicos y 3 concertados, pero el Gobierno Municipal considera insuficiente esta oferta.
El ejecutivo local reclama más aulas específicas de educación especial en centros públicos y la creación de un segundo Centro Público de Educación Especial, dada la alta demanda actual en el CPEE Ramón y Cajal. A medida que avanza el curso escolar, también se subraya la necesidad de transparentar la incorporación del ciclo de 0 a 3 años en los colegios y asegurar su financiación a través de los convenios adecuados, que actualmente dependen de los Fondos Europeos gestionados por el Gobierno de España.
La situación en el colegio Miguel de Cervantes es un ejemplo claro de los problemas estructurales. La institución se ha visto obligada a eliminar espacios comunes y tabicar aulas para transformarse en CEIPSO, adaptándose de esta manera a la creciente demanda de alumnado. Este reajuste ha tenido consecuencias negativas en la calidad educativa y ha exacerbado los problemas de espacio.
Los efectos del modelo de construcción por fases de la Comunidad de Madrid son evidentes en centros como el CEIP María Blanchard y el IES Elisa Soriano, que este curso soportarán las mayores cargas. Los retrasos y desconexiones en la planificación educativa no solo afectan la calidad de la enseñanza, sino que también generan una sensación de incertidumbre entre las familias y el personal educativo.
Por su parte, el Gobierno de Ayuso ha sido crítico por no tener aún redactado el proyecto del IES en Los Molinos, y confirma que, de hacerse, no incluirá una pista deportiva, lo cual compromete la oferta educativa integral y deja una sombra sobre la fecha real de finalización de la construcción.
El inicio del curso escolar en Getafe pone de manifiesto la urgencia de solucionar estos problemas endémicos y la necesidad de una mayor coordinación entre las distintas administraciones para asegurar una educación de calidad para todos los alumnos del municipio.