Suni William y Butch Wilmore, astronautas en misión para la NASA, han permanecido más de nueve meses en el espacio debido a contratiempos técnicos durante el vuelo de prueba de la nave Starliner de Boeing. Inicialmente, Starliner estaba programada para regresar a la Tierra a finales del año pasado, sin embargo, los problemas detectados se tradujeron en un retraso significativo de la misión. Durante este tiempo, William y Wilmore han cumplido tareas esenciales a bordo de la Estación Espacial Internacional (EEI), brindando valiosa información sobre los efectos de la ingravidez y las condiciones espaciales prolongadas en el cuerpo humano. La situación técnica de la Starliner ha estado bajo intenso escrutinio, ya que es un componente clave para reanudar los vuelos tripulados desde suelo estadounidense, reduciendo la dependencia de las naves rusas Soyuz.
Finalmente, la NASA ha organizado la misión de retorno para estos astronautas en colaboración con la cápsula Dragon de SpaceX. En esta misión regresarán a la Tierra acompañados por Nick Hague y el cosmonauta ruso Aleksandr Gorbunov, quienes también han completado sus labores en la EEI. La llegada de Dragon no solo representa el final del prolongado encierro espacial para estos astronautas, sino también un aliciente para Boeing, que sigue trabajando en resolver los problemas de Starliner con la esperanza de realizar vuelos tripulados en el futuro próximo. Esta colaboración entre las diferentes agencias espaciales destaca la importancia de los esfuerzos internacionales en la exploración espacial y refuerza la colaboración entre la NASA y otras entidades clave en la carrera espacial moderna.
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