Cristiano Ronaldo se enfrenta a serios problemas legales en Irán que lo han obligado a ausentarse del partido de ida de los octavos de final de la Champions asiática. La controversia surgió después de que el futbolista agradeciera con un abrazo y un beso en la frente a la artista iraní Fatemeh Hammami Nasrabadi, quien le entregó dos dibujos realizados con los pies debido a su parálisis del 85%. Este gesto, aunque inocente en apariencia, ha sido interpretado en Irán como adulterio, lo que podría acarrear graves penas, incluidas 99 latigazos o incluso la condena a muerte por lapidación, según la ley islámica estricta vigente en el país.
La situación se agravó cuando el club Esteghlal, rival del equipo saudí de Ronaldo, Al Nassr, negó jugar en un estadio neutral. A causa de estos riesgos legales, Ronaldo quedó fuera de la convocatoria por motivos de seguridad. Este caso ha resurgido el debate sobre las severas penas en Irán por actos considerados adulterio, condenadas por organizaciones como Amnistía Internacional, que ha calificado la ejecución por lapidación como «particularmente grotesca y atroz». A pesar de la gravedad de las potenciales consecuencias, las leyes iraníes permiten el perdón por parte de la familia agraviada, lo que podría ofrecer una salida para el astro del fútbol.
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