En Madrid, los amantes de la naturaleza y la aventura encuentran un paraíso cercano con dos destinos únicos: Patones y el río Júcar. Patones, conocido por su encanto rústico y paisajes exuberantes, ofrece la oportunidad de explorar cuevas subterráneas y formaciones rocosas impresionantes, como si se tratara de un viaje al centro de la Tierra. Esta experiencia permite a los visitantes descubrir los secretos geológicos de la región mientras disfrutan del frescor natural que proporciona el entorno subterráneo. Los aventureros pueden recorrer antiguos pasadizos y fascinantes galerías, convirtiendo cada expedición en una actividad ideal para los días calurosos.
Por otro lado, el río Júcar se presenta como un destino ideal para aquellos que buscan emoción acuática. Con sus rápidos y pozas, este río ofrece la posibilidad de practicar deportes como el rafting, brindando una combinación perfecta de adrenalina y paisaje. Sus aguas cristalinas y el entorno natural circundante crean un escenario idílico para disfrutar de la naturaleza en su máxima expresión. Los visitantes pueden saltar entre las pozas y dejarse llevar por la corriente, experimentando una conexión única con el medio ambiente, convirtiendo así al Júcar en el refugio perfecto para quienes desean escapar de la rutina urbana.
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