En el corazón de Madrid, donde se encuentra el emblemático ‘Kilómetro cero’, las temperaturas bajo las 32 lonas instaladas para mitigar el calor varían significativamente, con una diferencia de más de cinco grados en comparación con el exterior. Estos toldos han sido instalados para aliviar a los peatones del insoportable calor del verano, transformando un espacio usualmente inhóspito en un refugio más tolerable. La iniciativa, parte de un conjunto de medidas urbanas para hacer frente al cambio climático, ha logrado que el lugar recupere parte de su afluencia habitual durante el mediodía, cuando antes apenas se observaban viandantes.
«Esto suele estar lleno al mediodía», comenta un transeúnte, quien celebra la efectividad de la medida. La implementación de estas lonas ha sido bien recibida tanto por residentes como por turistas, quienes ahora pueden disfrutar de un recorrido más agradable por la emblemática zona. Mientras las alternativas para combatir el calor urbano se vuelven indispensables en las ciudades modernas, esta intervención en el corazón de Madrid se presenta como un ejemplo de adaptación urbana frente al aumento de las temperaturas globales.
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