Un apagón sin precedentes ha dejado a España en la oscuridad, impactando gravemente en servicios esenciales y la movilidad en la Comunidad de Madrid. Isabel Díaz Ayuso, presidenta madrileña, tuvo que trasladarse de emergencia a la Agencia de Seguridad madrileña, donde se formó un gabinete de crisis junto con otros altos funcionarios. La situación provocó la activación del nivel 2 del plan de emergencias, con una solicitud al Gobierno central para elevarla al nivel 3, lo que supone la intervención del Ejército. El presidente Pedro Sánchez, en su mensaje a la nación, confirmó la declaración de emergencia nacional. Las infraestructuras críticas, como hospitales y redes de abastecimiento, han sido priorizadas para asegurar su funcionamiento. La normalidad en el transporte volvió lentamente con grandes retos, especialmente en el Metro de Madrid y Cercanías.
El apagón ha dejado miles de personas atrapadas en trenes y elevadores, requiriendo intervenciones de rescate sin precedentes por parte de los bomberos. Las calles de Madrid se llenaron de personas buscando alternativas para llegar a sus destinos ante el colapso del transporte habitual. Ante la situación, la empresa municipal de transportes ha ofrecido servicio gratuito, y se han reforzado las líneas de autobuses. Este martes, la Comunidad ha decidido suspender las clases, pero ha mantenido abiertos los centros educativos para quienes los necesiten. Con la recuperación del suministro eléctrico en áreas críticas y el despliegue de estrategias para turistas varados, se espera que la normalidad regrese pronto. Las líneas de emergencia han recibido numerosas llamadas, subrayando la magnitud de la crisis, que podría resolverse por completo en las próximas horas.
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