En Kharkiv, Ucrania, el refugio de felinos ‘Little Prince’ se ha convertido en un santuario para gatos rescatados de situaciones de peligro, como las primeras líneas de combate o aquellos abandonados por sus dueños, quienes se unieron al ejército en medio del conflicto. Este espacio ofrece un hogar temporal a estos animales, muchos de los cuales han sufrido traumas y requieren atención especial para poder reintegrarse a un entorno familiar.
Además de proporcionar refugio, el centro se dedica a rehabilitar a los felinos a través de una innovadora «terapia de gatos». Esta modalidad emergente se basa en la interacción con los animales para fomentar su bienestar emocional y ayudarles a recuperar la confianza en los humanos. Con el tiempo, el refugio busca no solo sanar a los gatos, sino también facilitar su adopción, encontrando nuevas familias que les brinden amor y cuidado en un contexto que sigue siendo desafiante.
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