Este lunes, han comenzado los trabajos de control de la mosca negra en el Río Manzanares, una acción liderada por Borja Carabante, delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, junto al concejal delegado de Limpieza y Zonas Verdes, José Antonio Martínez Páramo. Estas labores, iniciadas en la presa número 9, son cruciales para preservar la salubridad y calidad ambiental de este espacio, además de reducir la presencia de este insecto.
Durante 2024, la campaña permitió realizar siete tratamientos larvicidas en el río, logrando reducir la población de mosca negra en un 86,6 %. Se realizaron 209 muestreos, un 40 % más que en 2023. La intervención, coordinada por los Servicios de Conservación del Río Manzanares y el Departamento de Control de Vectores de Madrid Salud, se extiende desde primavera hasta octubre, según las condiciones meteorológicas.
Desde 2019, el Ayuntamiento de Madrid lleva a cabo acciones continuas para controlar la mosca negra, mediante desbroce de vegetación y tratamientos larvicidas biológicos enfocados en las larvas del insecto. Estas operaciones respetan el medio ambiente mediante el uso del biocida biológico basado en el microorganismo Bacillus thuringiensis variedad israelensis, que actúa exclusivamente sobre las larvas sin afectar a la biodiversidad acuática.
El Manzanares es monitorizado de abril a noviembre entre Fuencarral-El Pardo y Villa de Vallecas. Antes y después de cada tratamiento, se realizan inspecciones para ajustar las intervenciones según las necesidades detectadas.
Los tratamientos se enfocan en el azud de El Pardo, Playa de Madrid-Fuentelarreina, Club de Campo, embarcadero (presa 9), y áreas alrededor de la Caja Mágica. Aquí, el producto se aplica directamente en el agua, impidiendo que las larvas se conviertan en pupas y adultos.
En 2022, el Ayuntamiento lanzó un contrato de conservación del río, comprometido no solo con el control de la mosca negra, sino con la protección de los ecosistemas fluviales y la adecuada gestión hídrica. Se ha incrementado el número de tratamientos anuales y reforzado el mantenimiento de islas vegetadas, clave para la biodiversidad en el área urbana del Manzanares.
La mosca negra es un indicador de buenas condiciones ambientales, ya que sus larvas requieren aguas limpias y oxigenadas. La mejoría en la calidad del agua y la proliferación de vegetación indican una revitalización ecológica del río, que, aunque supone un reto, es señal positiva de recuperación.
Con estas actuaciones, el Ayuntamiento reafirma su compromiso con la protección del medio ambiente urbano y el bienestar de los ciudadanos, promoviendo un uso sostenible y saludable de los espacios naturales de Madrid.