El debate sobre la privacidad en las transacciones con tarjeta de crédito ha resurgido con fuerza en las redes sociales. Las afirmaciones de que el Estado puede rastrear cada compra realizada con tarjeta han proliferado entre usuarios escépticos. Sin embargo, Carlos Cruzado, presidente del sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), ha salido al paso para desmentir estas teorías, asegurando que solo se investigan las transacciones cuando existen indicios claros de fraude.
El concepto del dinero en efectivo como símbolo de libertad, popularizado por figuras como Mario Conde, ha alimentado las preocupaciones sobre el control estatal, avivando la narrativa de un «gran hermano» que todo lo ve. Este discurso ha encontrado eco en diversas plataformas digitales, donde algunos usuarios han compartido opiniones que sugieren que cada pago con tarjeta se monitoriza detalladamente, generando una ola de desconfianza hacia las instituciones.
En respuesta a esta creciente inquietud, Gestha ha enfatizado que Hacienda no se interesa por las compras individuales de los ciudadanos a menos que haya una sospecha concreta de ilegalidad. «Solo si se tienen indicios de fraude se comprueban estos movimientos», aclaró Cruzado, refutando las acusaciones de vigilancia masiva.
El sindicato subraya la importancia de combatir la desinformación, especialmente aquella que puede erosionar la confianza en las instituciones financieras y fiscales del país. Gestha, que ha sido reconocido como el sindicato más votado entre los funcionarios de la Agencia Tributaria, reitera su compromiso de proporcionar información veraz y precisa en relación con las funciones de supervisión fiscal.
A medida que los bulos continúan circulando, expertos en la materia insisten en la necesidad de discernir entre la realidad y la ficción, asegurando que la vigilancia indiscriminada no tiene cabida en el sistema tributario español moderno. Gestha insta a los ciudadanos a mantenerse informados a través de canales oficiales y desconfiar de las afirmaciones sensacionalistas que carecen de fundamento.
Fuente: Gestha