Este lunes, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha firmado dos decretos cruciales que afectan a los maestros del país. El primero propone la eliminación gradual de la USICAMM, un sistema de movilidad docente criticado por su rigidez y falta de transparencia. Esto busca facilitar los cambios de adscripción para que los docentes trabajen en lugares más cercanos a sus domicilios. El segundo decreto establece una reducción progresiva en la edad de jubilación para docentes, la cual se completará en 2034. Estos cambios, publicados en el Diario Oficial de la Federación, pretenden modificar las condiciones laborales de los maestros, lo que ha generado rechazo por parte de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
La CNTE ha manifestado su desacuerdo, argumentando que las nuevas medidas sólo benefician a una minoría del profesorado y no abordan sus principales demandas, como la abrogación de la reforma al ISSSTE de 2007. La sección XXII ha calificado las medidas de insuficientes y “superficiales”, y ha insistido en la necesidad de eliminar las Afores para crear un fondo público de pensiones. Ante esta situación, el investigador Miguel Ángel Ramírez prevé una intensificación de las protestas al inicio del nuevo ciclo escolar, destacando que sin el apoyo de la CNTE, los decretos carecen de legitimidad.
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