Carlos Sobera, presentador del popular programa «First Dates», abrió el episodio del día destacando que la madurez en el amor no depende de la edad, recibiendo así a Lucía e Ignacio. Lucía, una cocinera madrileña con un carácter impulsivo y una firme creencia en el amor, fue la primera en llegar al set. En su presentación, compartió su pasión por la escritura y reveló que estaba trabajando en su primer libro de fantasía épica, ambientado en un mundo del siglo XVIII con leyes completamente distintas. Poco después, Ignacio, un vigilante de metro entusiasta de las décadas de los 80 y 90, se unió a la cita. Aunque confesó admirar el atractivo físico de Lucía, ella manifestó que no sentía la misma atracción.
Durante su cena, Lucía e Ignacio no lograron encontrar muchos intereses en común, generando una atmósfera tensa. Ignacio compartió con franqueza una anécdota de su pasado amoroso que implicaba traiciones y las dificultades que había enfrentado, lo cual sorprendió a Lucía. A pesar de sus esfuerzos por conectar, Lucía percibió que Ignacio carecía de personalidad, lo que la llevó a decidir no tener una segunda cita. Ignacio coincidió en que no avanzarían como pareja, aunque mostró disposición para mantener una amistad. Sin embargo, la falta de química definida determinó que ambos siguieran caminos separados tras su encuentro televisivo.
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