La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha defendido enérgicamente su gestión y la de su entorno personal ante las acusaciones que la vinculan con presuntos beneficios hacia su pareja, Alberto González Amador. En un acto celebrado en Fitur durante el Día de Madrid, Ayuso reaccionó a las críticas tras la decisión de la Mesa de la Asamblea madrileña de no convocar a comparecer a su pareja, desprendiéndose de haber influido para su beneficio. La presidenta subrayó que las investigaciones en curso se refieren a periodos en los cuales ni siquiera conocía a González Amador, y enfatizó que ninguna de sus acciones desde su cargo ha favorecido a su pareja, haciendo eco de una solicitud de rendición de cuentas similar realizada anteriormente a la esposa del presidente del Gobierno, Begoña Gómez.
En sus declaraciones, Ayuso denunció lo que percibe como una «operación de Estado» dirigida desde la Moncloa por el presidente Pedro Sánchez, involucrando a la Fiscalía General y diversos ministerios, con el propósito de desprestigiar su figura política. La mandataria regional instó a los medios a centrarse en hechos veraces, rechazando lo que considera intentos de perjudicarla personalmente. La controversia ha sido alimentada por la mayoría absoluta del Partido Popular en la Asamblea, que desestimó la comparecencia de González Amador y del jefe de gabinete de Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez, solicitada por el grupo Más Madrid para investigar vínculos con el Grupo Quirón. Ayuso justificó la decisión al argumentar que estas acciones buscan erosionar su imagen pública por el mero hecho de estar relacionada emocionalmente con un dirigente político, reafirmando su inocencia ante lo que considera una campaña política y mediática sin precedentes.
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