Una intensa tormenta ha afectado varias regiones del norte del país, provocando daños significativos e interrupciones en los servicios básicos. Desde la madrugada del martes, fuertes vientos y lluvias torrenciales han azotado las áreas urbanas y rurales, dejando miles de hogares sin electricidad y telecomunicaciones. Las autoridades locales han declarado estado de emergencia en tres municipios, mientras los equipos de rescate trabajan incansablemente para restaurar los servicios y asistir a los afectados. Según informes preliminares, algunas carreteras principales han quedado intransitables debido a deslizamientos de tierra y acumulación de agua, complicando aún más los esfuerzos de recuperación.
Los servicios meteorológicos han advertido que el mal tiempo podría continuar durante las próximas 48 horas, instando a la población a tomar precauciones adicionales y mantenerse informados a través de canales oficiales. En tanto, el gobierno nacional ha enviado recursos adicionales para apoyar a las autoridades locales en las labores de asistencia y reconstrucción. Los ciudadanos están organizando iniciativas comunitarias para proporcionar alimentos y refugio a quienes lo necesiten, destacando un espíritu de solidaridad en medio de la adversidad. Se estima que los daños económicos podrían ser significativos, con evaluaciones preliminares que sugieren pérdidas millonarias en infraestructuras y cultivos.
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