La relación entre Polonia y Estados Unidos se ha fortalecido con la inauguración de la base de Redzikowo, un componente clave del escudo antimisiles europeo de Estados Unidos. Esta instalación, ubicada en el norte de Polonia junto al Báltico, simboliza la firme alianza entre ambos países pese a cambios recientes en sus liderazgos. La importancia de esta colaboración se magnifica frente al conflicto en Ucrania, con la base en Redzikowo actuando como un elemento de disuasión crítica contra la amenaza rusa. Aunque su construcción comenzó en 2016, su inauguración fue postergada por varios factores, incluyendo la pandemia y dificultades con compañías subcontratadas. La instalación está equipada con el sistema Aegis Ashore, que cuenta con tecnología avanzada para interceptar misiles balísticos y defender el continente europeo.
Polonia, que recibe con agrado la presencia de alrededor de 10,000 soldados estadounidenses en su territorio, sostiene que la colaboración con Washington es esencial para su seguridad y la de la OTAN, especialmente en el contexto de la invasión de Rusia a Ucrania. El presidente Andrzej Duda ha reafirmado la afinidad polaco-estadounidense, describiéndola como una piedra angular en la defensa de su nación. Mientras tanto, el ministro de Defensa polaco, Władysław Kosiniak-Kamysz, subraya la necesidad de un mayor alcance del escudo antimisiles de la OTAN para adaptarse a amenazas emergentes. Sin embargo, Moscú ve la base como una amenaza, marcando un esfuerzo de Estados Unidos para contrarrestar su potencial militar, lo que ha llevado al Kremlin a contemplar respuestas para mantener el equilibrio estratégico. En medio de este complejo panorama, Polonia asume un papel activo en la Unión Europea, abogando por el apoyo continuo a Ucrania, una postura que espera mantener siendo Donald Trump el próximo presidente de Estados Unidos.
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