Madrid se prepara para una transformación urbana de gran calado con el inicio de las obras para el soterramiento de la A-5. Este ambicioso proyecto, conocido como el Paseo Verde del Suroeste, comenzará con la demolición de varios inmuebles en el paseo de Extremadura este fin de semana. Las construcciones, ubicadas en los números 321, 323 y 325, serán desmanteladas desde la mañana del sábado 11 de enero hasta el domingo 12 de enero, lo cual implica el corte de los carriles en sentido entrada a Madrid de la autovía.
El plan inicial contempla que, a partir del 15 de enero, la capacidad de la vía se reducirá significativamente con la reducción a dos carriles por sentido. Esta reducción de carriles afectará a un tramo crucial de la autovía, y el tráfico se desviará progresivamente en fases bien definidas para facilitar las labores de soterramiento, que concluirán a finales de 2025. Uno de los objetivos es minimizar la perturbación en los desplazamientos cotidianos, asegurando la apertura de dos carriles por sentido en todo momento.
Con el fin de amortiguar el impacto en el tráfico, se han establecido una serie de medidas consistentes en el refuerzo del transporte público. La EMT Madrid ha incrementado la capacidad de sus autobuses en las líneas afectadas y ha introducido servicios especiales de lanzadera para facilitar la movilidad. También se han reforzado las líneas del Metro de Madrid y Cercanías, con un aumento en la frecuencia y personal para asistir a los usuarios.
Durante las obras, se promueve el uso de itinerarios alternativos para evitar la zona en construcción, con una señalización reforzada para orientar a los conductores sobre las mejores rutas. Asimismo, se ha preparado un plan de monitorización en tiempo real mediante tecnología avanzada, permitiendo ajustes según los patrones de tráfico observados, garantizando así una circulación más fluida.
El resultado final del proyecto no solo reducirá drásticamente el volumen de tráfico en superficie y las emisiones contaminantes, sino que también devolverá un espacio valioso a los barrios de Lucero, Aluche y Las Águilas. La transformación incluirá un bulevar peatonalizado de 3,2 kilómetros que conectará con la Casa de Campo, promoviendo un entorno más verde y sostenible.
Esta monumental obra considera la inclusión de un túnel subterráneo de tres carriles por sentido, con carriles específicos para bus-VAO que se adaptarán dinámicamente a las exigencias del tráfico. Así, Madrid no solo busca mejorar la movilidad urbana, sino fomentar una ciudad más conectada y habitable para sus ciudadanos.