En un movimiento significativo hacia la reconciliación diplomática, el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, se reunió con el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, marcando así un hito en la distensión de las tensiones entre ambos países. Este encuentro se produce en un contexto de fricciones atribuidas a las políticas implementadas por el expresidente Donald Trump, cuyas decisiones en materia internacional a menudo generaron controversias. La reunión ha sido vista como un paso estratégico para reparar las relaciones bilaterales, fortaleciendo los lazos políticos y económicos entre Estados Unidos y Panamá. Ambos líderes han destacado la importancia de una colaboración mutuamente beneficiosa, subrayando el compromiso de trabajar juntos para resolver diferencias a través del diálogo y la diplomacia.
El encuentro también apuntó a normalizar las relaciones comerciales y de seguridad, aspectos fundamentales en la agenda de ambas naciones. Las discusiones abrieron caminos para futuras negociaciones sobre tratados comerciales y cooperación antinarcóticos, temas críticos para ambos países. Durante la reunión, Mulino y Rubio acordaron establecer una serie de comités conjuntos para abordar problemáticas comunes y facilitar el intercambio de información. La noticia de esta reunión ha sido recibida con optimismo por parte de la comunidad internacional, quienes consideran este acercamiento como un ejemplo de diplomacia efectiva en la región, esperando que otros países adopten enfoques similares para resolver sus diferencias.
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