El Ayuntamiento de Madrid ha reafirmado una tendencia positiva en cuanto a la reducción de quejas y reclamaciones relacionadas con la actividad del Parque Tecnológico de Valdemingómez (PTV). Este hecho fue destacado esta mañana durante la Comisión de Seguimiento del Convenio de Olores en el Ensanche de Vallecas, presidida por José Antonio Martínez Páramo, concejal delegado de Limpieza y Zonas Verdes. En el evento, celebrado en el emblemático Palacio de Cibeles, se relevó una disminución cercana al 8% en las quejas vecinales respecto al año anterior. En 2024, las quejas han descendido a 898 desde las 974 registradas en 2023.
La mayor parte de las quejas, un total de 825, fueron presentadas por la Asociación de Vecinos Ensanche de Vallecas, mientras que el resto provino de sugerencias y reclamaciones al Ayuntamiento de Madrid. La caída en las quejas es más notable si se compara con los años de mayor conflictividad: 2018, 2017 y 2016. En 2018, se contabilizaron 4.806 quejas, lo que significa una reducción del 81% al compararlo con las cifras actuales.
Durante la reunión, que contó con la participación de representantes municipales y asociaciones vecinales, incluidos miembros de la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM), se destacó que esta mejora no es casual. José Antonio Martínez Páramo subrayó que desde el Área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, liderada por Borja Carabante, se han implementado desde 2019 diversas estrategias para mitigar los olores procedentes del PTV.
En este contexto, se han destinado 30,5 millones de euros para diversas mejoras. De este monto, 12,7 millones se han invertido directamente en obras de reducción de olores en las plantas del complejo de biometanización y de La Paloma. Los sistemas de desodorización en la nueva planta de Los Cantiles han contado con 3,2 millones en inversiones, mientras que en Las Dehesas se ejecutan trabajos valorados en 5,9 millones.
Asimismo, se está llevando a cabo un seguimiento exhaustivo del impacto olfativo mediante una inversión de casi 2 millones para el control de olores en el entorno del PTV. Un contrato de 1,4 millones ha permitido la instalación de una red de 15 estaciones remotas para la monitorización de gases odorantes, funcionando desde noviembre de 2024.
Dentro de la comisión, también se revisaron las nuevas mejoras contractuales para la identificación y evaluación de olores vigentes hasta 2027. Los técnicos municipales informaron sobre la expansión de los puntos de control y la inclusión de la medición de compuestos como el ácido sulfhídrico, amoníaco y compuestos orgánicos volátiles en 25 focos. Además, de manera regular, la Dirección General del PTV realiza inspecciones utilizando cámaras OGI (Optical Gas Imaging) para detectar emisiones fugitivas de biogás en las instalaciones del complejo.
Este esfuerzo concertado entre la administración local y la comunidad vecinal parece estar dando frutos, no solo en la reducción de quejas, sino también en el fortalecimiento de la confianza y colaboración entre ambas partes en busca de una convivencia más armónica y sostenible.
