La exposición «Matisse metamorfosis. Esculturas y dibujos» en la Fundación Canal abre sus puertas para ofrecer una visión poco conocida del célebre pintor francés Henri Matisse. Desde el 23 de octubre hasta el 12 de enero, se podrán apreciar 33 piezas que destacan la menos reconocida faceta de Matisse como escultor. Estas obras, en su mayoría representaciones de la figura femenina, revelan su proceso creativo y su obsesión por el cuerpo humano, particularmente femenino, y descartan la idea de que las esculturas fueron meramente trabajos preparatorios. Según la comisaria asociada de la exposición, Popy Venzal, Matisse dejó deliberadamente las huellas de sus herramientas en las superficies, confiriendo carácter a estas esculturas que, aunque pequeñas y reducidas en número, capturan un aspecto esencial de su obra artística.
La exposición se completa con dibujos, litografías, fotografías, documentos, y un lienzo del artista, ofreciendo un contexto más amplio de su producción multidisciplinaria. Ha sido organizada en cinco secciones que representan diferentes poses y motivos recurrentes en su obra: figuras agachadas, tumbadas, con los brazos en alto, retratos y variaciones. Colaboradores como Aymeric Jeudy, del Museo Matisse de Niza, y Sandra Giandreda, de Kunsthaus Zürich, destacan el carácter íntimo y la importancia de esta muestra. Un dato interesante es cómo Matisse encontró inspiración en la Victoria de Samotracia, buscando una espiritualidad contemporánea y despojada de mitología. Esta cuarta edición de la exhibición, tras su paso por Suiza y Francia, ofrece una oportunidad única para reivindicar la valía de Matisse como un artista más allá de los lienzos.
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