El Ayuntamiento de Madrid ordenó la eliminación inmediata de una bandera palestina pintada por niños del colegio Pi i Margall, cerca de Malasaña. La acción formaba parte de una iniciativa denominada «Pintemos por los niños de Gaza», organizada por padres con el objetivo de mostrar solidaridad. La respuesta rápida del Servicio de Limpieza Urgente ha sido criticada por algunos como parte de una cruzada del Partido Popular en la región, bajo el liderazgo de Isabel Díaz Ayuso, contra las muestras de apoyo hacia Gaza. Esta situación contrasta con la permisividad mostrada en otras ocasiones cuando se trató de manifestaciones solidarias con Ucrania, lo que ha suscitado un debate sobre la politización y las verdaderas motivaciones detrás de estas actuaciones.
En medio de este contexto, diversos colegios e institutos madrileños han alertado sobre presiones para retirar símbolos de apoyo a Gaza. La respuesta del gobierno municipal a estas expresiones solidarias se centra en el posicionamiento del alcalde José Luis Martínez-Almeida y la presidenta Ayuso, quienes han sido percibidos como defensores acérrimos de Israel. Mientras Almeida niega la existencia de un genocidio en Gaza, Ayuso mantiene un respaldo explícito hacia Israel, incluso ante cifras alarmantes de víctimas infantiles. Estas posturas han ahondado la división política y generado cuestionamientos respecto al valor que se le da a la libertad y solidaridad desde las instituciones regionales.
Leer noticia completa en El Pais.