En una medida sin precedentes, al menos cinco ministerios del gobierno del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, han roto relaciones con el diario progresista ‘Haaretz’ y han instado a boicotear su cobertura, luego de que su director, Amos Schocken, acusara al gobierno israelí de mantener un «cruel régimen de apartheid» hacia los palestinos. Durante una conferencia en Londres, Schocken no solo criticó las políticas israelíes sino que también pidió sanciones internacionales contra las autoridades de su país. En su declaración, describió las condiciones en Gaza y Cisjordania como una «segunda Nakba», evocando el éxodo palestino de 1948, lo que ha provocado una fuerte reacción del gobierno israelí.
La respuesta gubernamental no se hizo esperar. El director general del Ministerio del Interior, Ronen Peretz, calificó las declaraciones de Schocken como «repugnantes» y solicitó el cese de toda colaboración con ‘Haaretz’. El ministro del Interior, Moshe Arbel, también apoyó el llamado al boicot y aseguró que no se quedarán en silencio ante los comentarios que considera dañinos hacia los esfuerzos del ejército israelí. Otros ministerios, incluidos los de Comunicación, Educación, Transporte y Diáspora, se han unido al llamamiento, y se especula que el gobierno podría ordenar la suspensión de toda publicidad oficial en el diario tanto en su versión impresa como digital. Esta situación subraya las profundas divisiones internas en Israel sobre la gestión del conflicto palestino.
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