Carlos Alcaraz mostró una notable madurez tras conquistar el Masters 1.000 de Montecarlo, al rechazar las comparaciones con el ícono del tenis español, Rafa Nadal. El joven tenista de El Palmar expresó su determinación de enfocarse en sí mismo, su equipo y su disfrute en la pista, en lugar de dejarse influir por las expectativas externas. «Mucha gente tiene expectativas muy altas sobre mí, pero una cosa que he aprendido es que tengo que pensar en mí», señaló Alcaraz, resuelto a mantenerse centrado y resistir la presión de ganar en cada torneo de tierra batida que dispute. Esta victoria en el Principado representa su segundo título en lo que va de año, sumando al trofeo obtenido en Róterdam.
Con miras a finalizar la temporada de tierra en Roland Garros, Alcaraz explicó su mentalidad renovada y su estrategia para abordar la gira. A pesar de las expectativas generadas por su éxito, enfatiza en no pensar en el ranking y simplemente disfrutar del tenis. Además, reconoció la grandeza de los logros de Nadal, quien ha marcado récords impresionantes en superficies de tierra batida como en Montecarlo y Roland Garros. Alcaraz afirmó que alcanzar once victorias en Montecarlo, como lo hizo Nadal, es un impulso imposible de igualar y prefiere concentrarse en construir su propio camino y buscar éxitos a su manera.
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