En un fenómeno recurrente cada temporada, las largas colas para adquirir décimos de lotería se han convertido en un desafío para muchas personas en Madrid. Este año, la espera supera las dos horas en algunos puntos de venta, lo que ha generado impaciencia entre los compradores. Ante esta situación, ha surgido un singular mercado alternativo donde un grupo de mujeres gitanas aprovecha la oportunidad para ofrecer los preciados billetes a un precio ligeramente inflado, dos euros más de su valor original. Esta práctica, aunque criticada por algunos, resalta la demanda y el fervor que genera el tradicional sorteo entre los ciudadanos, quienes están dispuestos a pagar un extra para evitar las largas filas y asegurar sus números de la suerte.
Las autoridades han sido alertadas sobre la existencia de este pequeño mercado paralelo, que se multiplica especialmente en las cercanías de las administraciones más populares. No obstante, no se ha producido una intervención directa, a pesar de las quejas de algunos ciudadanos que consideran injusto el incremento en el precio. Este fenómeno refleja una vez más la creciente tensión entre la oferta y la demanda durante la temporada de loterías, y cómo algunas personas buscan alternativas fuera de los canales oficiales para lidiar con las complicaciones logísticas. Mientras tanto, la expectativa de ganar el gran premio sigue atrayendo a miles de madrileños, quienes con frecuencia deben elegir entre esperar pacientemente o pagar un poco más para asegurar su participación en el sorteo.
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