La catedral de Notre Dame, un emblemático símbolo de la cultura y la historia francesa, ha vuelto a recibir visitantes tras permanecer cerrada durante cinco años debido al devastador incendio que sufrió en 2019. El proceso de restauración, que ha sido realizado con un enfoque conservador, buscó recuperar la majestuosidad original de la edificación sin introducir elementos que pudieran competir con su arquitectura histórica. Según la arquitecta e investigadora Rocío Maira Vidal, del Instituto de Historia del CSIC, el equipo de restauradores trabajó con esmero para preservar la integridad y la autenticidad del diseño gótico que caracteriza a esta icónica catedral.
Durante los trabajos de rehabilitación, se prestó especial atención a cada detalle del monumento, asegurando que los materiales y técnicas empleadas honraran las prácticas tradicionales con las que Notre Dame fue construida. La reapertura de las puertas de la catedral no solo marca un logro en términos de conservación patrimonial, sino que también representa un renacimiento cultural y emocional para París y sus habitantes. El proyecto ha sido aclamado por expertos en patrimonio, quienes destacan la importancia de mantener viva la esencia histórica del edificio para futuras generaciones. Con su interior nuevamente accesible al público, Notre Dame se erige como un hito revitalizado, listo para continuar siendo testigo de importantes momentos históricos y culturales.
Leer noticia completa en El Pais.