El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, protagonizó hoy un solemne acto en la Casa de la Villa al entregar medallas e insignias a cuatro nuevos Cronistas de la Villa de Madrid. Esta distinción reconoce a las personalidades que destacan en su aportación al conocimiento y promoción de la historia y cultura de la capital española.
El nombramiento se realizó tras la aprobación del Pleno de la ciudad el 29 de octubre de 2024, a propuesta del Área de Gobierno de Cultura, Turismo y Deporte. Los nuevos cronistas son Alfredo Alvar Ezquerra, Rosalía Domínguez Díaz, María Teresa Fernández Talaya y Sara Medialdea Veiga. Almeida alabó la «extraordinaria y acreditada trayectoria» de cada uno de ellos, subrayando su profundo conocimiento de la historia, cultura e identidad madrileñas.
Alfredo Alvar Ezquerra, distinguido historiador y académico de la Real Academia de la Historia, ha dedicado su vida al estudio de la historia moderna de España. Su labor en diferentes instituciones culturales, como el Instituto de Estudios Madrileños y el Casino de Madrid, ha sido fundamental para preservar el legado histórico de la ciudad.
Por su parte, María Teresa Fernández Talaya, presidenta del Instituto de Estudios Madrileños y conocida archivera, ha enriquecido el campo de la historia con su labor en importantes archivos nacionales. Su vinculación con el estudio y divulgación de la cultura madrileña es ampliamente reconocida.
La historiadora del arte Rosalía Domínguez Díaz ha contribuido al conocimiento del patrimonio artístico de Madrid mediante sus investigaciones y publicaciones en revistas especializadas, mientras que Sara Medialdea Veiga ha aportado una visión periodística con dos décadas de trabajo informativo sobre la vida de la capital y su cultura, plasmada en su libro «500 Ideas para descubrir Madrid».
Los cuatro cronistas se unirán a un cuerpo que desde 1864 ha contado con ilustres nombres dedicados a preservar la memoria de Madrid. El Cuerpo de Cronistas Oficiales de la Villa tiene un límite de hasta 15 personas, además de un representante del Instituto de Estudios Madrileños, siendo su función vitalicia, honorífica y sin compensación económica, conforme a las normativas vigentes desde su reglamentación inicial en 1942.
En esta ceremonia se confirmó una vez más la importancia de la figura del cronista, garantes de la memoria histórica y cultural de Madrid, cuya labor se ha mantenido firme a lo largo de los años, preservando las raíces de la ciudad y su esencia ante el futuro.