En el panorama de la salud, el reconocimiento de centros clínicos que alcanzan altos estándares de calidad es crucial para asegurar la excelencia asistencial. Recientemente, estos estándares se han estrechado en áreas especializadas como las terapias intravítreas. Esta certificación busca distinguir a las unidades clínicas que no solo cumplen criterios rigurosos, sino que también están a la vanguardia en la gestión sanitaria, la calidad farmacéutica y la atención basada en evidencias científicas.
Para obtener esta acreditación, las clínicas deben contar con infraestructuras y equipos avanzados, como un tomógrafo de coherencia óptica para cada sala de tratamiento. Igualmente, es esencial disponer de un equipo multidisciplinar compuesto por enfermeros y optometristas. La implementación de protocolos que faciliten la automatización de las citas y la atención a pacientes preferentes es también parte del riguroso proceso de selección.
Un ejemplo claro de esta excelencia es la Unidad de Terapia Intravítrea del Hospital Universitario de Fuenlabrada, inaugurada en septiembre de 2018. Este proyecto nació con la intención de integrar todo el proceso asistencial de pacientes con patologías de la mácula, gracias a los esfuerzos de los oftalmólogos Adolfo Espino y Rafael Carpio. Desde su inauguración, la unidad ha atendido a un considerable número de pacientes que requieren inyecciones intravítreas, beneficiándose de tratamientos para enfermedades como la degeneración macular asociada a la edad y el edema macular diabético, entre otros. Anualmente, se realizan aproximadamente 5,000 de estas inyecciones intravítreas.
Esta unidad, integrada dentro del Servicio de Oftalmología del hospital, no solo optimiza recursos sanitarios, sino que también ofrece flexibilidad a pacientes y profesionales al permitir diagnósticos, seguimientos y tratamientos el mismo día. Esta capacidad mejora la eficacia de las terapias y reduce las listas de espera, aumentando además la adherencia a los tratamientos.
El Servicio de Oftalmología del Hospital de Fuenlabrada, bajo la dirección de Nicolás Toledano, se destaca por su volumen de atención. Anualmente, realiza 11,268 primeras consultas, 27,140 consultas sucesivas y 3,134 intervenciones quirúrgicas. Este servicio también es conocido por su curso de cirugía oculoplástica, que desde hace siete años atrae a más de cien asistentes interesados en las intervenciones en directo.
En resumen, la certificación de estas unidades clínicas no solo valida sus capacidades avanzadas en equipamientos y personal, sino que también refleja un compromiso constante con la mejora continua de la calidad asistencial en beneficio de los pacientes.