Con el inicio de enero, las casas españolas aún resguardan el aroma dulce del roscón de Reyes, ese tradicional postre navideño que llena de alegría las mesas al finalizar las festividades. Ahora, la cadena madrileña Viena Capellanes presenta ingeniosas alternativas para prolongar el disfrute de este esponjoso manjar y transformar sus restos en nuevas exquisiteces culinarias.
Para aquellos que no quieren despedirse de este dulce tan icónico, una solución práctica es congelar lo que queda del roscón. La técnica recomendada consiste en cortar el roscón en porciones individuales, envolverlas de manera hermética y conservarlas en el congelador. Al descongelar a temperatura ambiente, el roscón recupera su sabor y textura, listo para ser saboreado en futuras ocasiones.
Sin embargo, para quienes buscan un toque de creatividad, Viena Capellanes ofrece una serie de sugestivas recetas. Entre las más originales se encuentra el «bikini roscón», una combinación que une lo dulce del roscón con el sabor salado del jamón y el queso, dando lugar a un sándwich tostado que invita a descubrir un nuevo contraste de sabores.
Los restos del roscón también pueden hallar un nuevo propósito convirtiéndose en «Pan de Mallorca». Al tostar las rebanadas hasta dejarlas crujientes, se obtienen biscotes perfectos para acompañar un café o un té, revitalizando el placer de lo simple.
Para los aficionados a los dulces postres, las sobras del roscón son ideales para preparar un refrescante batido, mezclando trozos con leche, helado y una pizca de canela. Otra alternativa son las croquetas dulces, donde una bechamel perfumada con canela y limón envuelve deliciosamente el roscón.
Las tradicionales torrijas también pueden reinventarse utilizando el roscón como base, fritas ligeramente con mantequilla para un desayuno con estilo festivo. Otras ideas incluyen la mousse de roscón, una mezcla de roscón remojado en leche y nata montada, perfecta para los más golosos.
Los fanáticos de la repostería pueden dar un toque especial a sus galletas incorporando roscón seco pulverizado en la masa, sustituyendo parte de la harina. Finalmente, el clásico pudin de roscón ofrece una opción firme y deliciosa, con la posibilidad de añadir frutas como la manzana para un contraste fresco.
Gracias a estas creativas ideas, Viena Capellanes no solo desafía el desperdicio, sino que fomenta la innovación en la cocina, permitiendo disfrutar del sabor incomparable del roscón de Reyes más allá del seis de enero. Con esto, las despedidas navideñas ya no significan decir adiós a uno de los postres más queridos de la temporada.
