La escalada de tensiones entre India y Pakistán ha alcanzado niveles críticos este sábado con nuevos enfrentamientos en la frontera, intensificando las preocupaciones internacionales. El Ejército Indio, a través de la coronel Sofiya Qureshi, ha emitido un comunicado instando a Pakistán a adoptar una postura de moderación para evitar un conflicto mayor, tras un ataque de Islamabad contra objetivos indios. Mientras tanto, Pakistán ha anunciado la Operación Bunyanun Marsoos, alegando haber destruido múltiples instalaciones militares indias y compartiendo material audiovisual de los ataques. A pesar de las agresiones, India ha minimizado los daños alegando que su infraestructura militar permanece principalmente intacta.
El conflicto actual, el más intenso desde la guerra de Kargil en 1999, tiene sus raíces en el ataque terrorista del 22 de abril en la región de Cachemira administrada por India, donde 26 turistas fueron asesinados. La disputa territorial histórica por Cachemira aviva el enfrentamiento y provoca un despliegue militar significativo a lo largo de la frontera. Las potencias internacionales, incluidos Estados Unidos y miembros del G-7, han instado a ambos países a desescalar la situación, advirtiendo que una nueva confrontación podría desestabilizar gravemente la región. La preocupación global radica en el riesgo de un enfrentamiento nuclear, dada la condición de ambos países como potencias atómicas. Por su parte, China ha llamado a retomar el diálogo pacífico para resolver el conflicto.
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