Una reciente invitación de la Embajada de Nicaragua en México, que anuncia la formación de un «grupo de amistad» entre México y Nicaragua, ha suscitado controversia y críticas entre los exiliados nicaragüenses. Este grupo, promovido por ocho parlamentarios mexicanos de distintos partidos, ha sido calificado por los críticos como un intento de mejorar la imagen del régimen de Daniel Ortega. En respuesta, figuras destacadas del exilio, incluidas la escritora Gioconda Belli y las exguerrilleras Dora María Téllez y Mónica Baltodano, han expresado que esta iniciativa «ofende al pueblo de Nicaragua» al intentar blanquear lo que describen como una de las dictaduras más crueles del continente. Entre los impulsores de la iniciativa, Juan Zavala de Movimiento Ciudadano se ha desmarcado y anunció su rechazo al proyecto.
La propuesta emerge en un contexto de profundo aislamiento internacional del régimen de Ortega, con denuncias de violaciones a los derechos humanos y represión contra disidentes. Mientras el gobierno mexicano actual mantiene un perfil bajo ante las críticas al régimen nicaragüense, exiliados recuerdan la política de asilo del expresidente López Obrador para los desnacionalizados por Ortega. La carta abierta enviada por los exiliados a los legisladores mexicanos insta a volver la atención hacia la defensa de los derechos humanos en Nicaragua y exige la liberación de los presos políticos. El documento pinta un retrato sombrío de las condiciones en Nicaragua, describiendo un «Estado Policial» con violaciones sistemáticas de libertades, y un panorama económico y social cada vez más crítico.
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