El Gobierno y el Ayuntamiento de Madrid están en un enfrentamiento por la celebración del festival Mad Cool. Pese a las críticas de la edición anterior, el delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, se niega a validar el plan de movilidad necesario para el evento. Martín había señalado previamente serios problemas de movilidad y seguridad en ediciones pasadas y había desaconsejado el uso de ciertos emplazamientos. Aunque el Ayuntamiento ha implementado mejoras y cuenta con la mayoría de los permisos, necesita la aprobación final de Martín, ya que el plan afecta la M-45, gestionada por la Guardia Civil. Mientras tanto, el Ayuntamiento asegura a los compradores de entradas que se han tomado medidas para solucionar los problemas del año pasado.
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