La coalición opositora siria, liderada por Hayat Tahrir al Sham, ha logrado irrumpir este jueves en la ciudad de Hama tras días de intensos combates y la retirada del ejército de Bashar Asad, respaldado por ataques aéreos rusos. Este avance se produce una semana después del inicio de la ofensiva rebelde, marcando un nuevo revés para el régimen sirio y sus aliados, Rusia e Irán. En un comunicado, el ejército sirio ha informado sobre el repliegue de sus fuerzas con el objetivo de preservar vidas civiles y evitar combates urbanos. La ciudad de Hama, de importancia estratégica por su ubicación como ruta clave de suministro entre Alepo, la costa y Damasco, podría convertirse en un punto crucial para futuros avances rebeldes hacia otras ciudades importantes como Homs.
Este desarrollo sigue al reciente control por parte de los rebeldes de Alepo y su avance hacia los flancos este y oeste de Hama, tras capturar una colina estratégica al norte de la ciudad. En una alocución pública, el líder de la ofensiva rebelde instó a una victoria sin venganza, subrayando la intención de «limpiar esta herida que dura ya 40 años». La caída de Hama en manos de los rebeldes podría resultar en un significativo aislamiento de Damasco respecto a la costa, bloqueando la vital autopista M5 que conecta las principales ciudades del país. Este escenario representa un posible cambio decisivo en el conflicto sirio, amenazando aún más la estabilidad del gobierno de Asad.
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