El túnel situado bajo la emblemática plaza Mayor de Madrid reabrirá mañana, tras completarse las obras de rehabilitación del forjado realizadas por el Ayuntamiento a través del Área de Obras y Equipamientos. Este proyecto, que finalizó una semana antes de lo previsto, ha supuesto una inversión de 800.000 euros, con el objetivo de reforzar la estructura del túnel y garantizar la seguridad de sus usuarios.
La intervención se centró en un tramo de 593 metros que conecta las calles Toledo y Atocha con San Felipe Neri. Las inspecciones revelaron un deterioro en el forjado causado por filtraciones de agua, que afectaron a las vigas y placas, produciendo fisuras, humedad y corrosión. Estos hallazgos llevaron a la necesidad de emprender una rehabilitación urgente.
Las obras incluyeron la retirada de adoquines en la plaza, la demolición de la losa afectada y la sustitución de las placas alveolares dañadas. Se ejecutó una nueva losa de compresión, se instaló una membrana impermeabilizante y se recolocaron los adoquines originales.
Dentro del túnel, además de reemplazar las placas deterioradas, se trataron las vigas metálicas y se renovó el forjado restante. También se actualizó toda la señalización, se mejoró el sistema de geolocalización para emergencias y se renovó el pavimento en las rampas con una nueva capa de aglomerado asfáltico.
Con estas mejoras estructurales y estéticas, el Ayuntamiento busca no solo asegurar el tránsito seguro, sino también modernizar las infraestructuras subterráneas siguiendo los estándares aplicados en otros túneles urbanos de la ciudad.