Esta madrugada se ha desatado una serie de ataques aéreos que han resultado en la muerte de más de 330 palestinos y dejado centenares de heridos, según informa el grupo integrista de la región. Los ataques, que han incrementado la tensión en un conflicto prolongado, ocurrieron en un periodo crítico, aumentando la preocupación internacional sobre la escalada de violencia en la zona. Las autoridades locales han condenado los ataques, calificándolos como una violación grave del cese al fuego previamente acordado y han solicitado la intervención de la comunidad internacional para mediar y lograr una desescalada inmediata.
Mientras tanto, hospitales y servicios de emergencia en la región están trabajando a su máxima capacidad para atender a las víctimas, enfrentando desafíos significativos debido a la escasez de suministros médicos y personal. Organizaciones humanitarias han hecho un llamado urgente para la asistencia internacional, subrayando la necesidad de proteger a los civiles atrapados en el fuego cruzado del conflicto. Las imágenes del asedio han circulado ampliamente en las redes sociales, despertando una ola de indignación y clamor por la paz entre activistas y líderes globales, quienes urgen a las partes involucradas a regresar a la mesa de negociaciones.
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