La reanudación del comercio entre Argelia y España, interrumpido durante más de dos años debido a tensiones políticas, ha sido acogida con precaución por los empresarios de ambos países. Este desbloqueo se produce tras un cambio en la política española respecto al Sáhara Occidental, donde España se alineó con Marruecos, generando fricciones con Argelia. De acuerdo con una circular emitida por el Banco de Argelia, las transacciones financieras con España volverán a realizarse con normalidad, levantando así las restricciones comerciales vigentes. Entre los sectores más afectados por este bloqueo se encuentra el gremio cerámico del Levante español, cuyos exportadores esperan ahora poder recobrar el terreno perdido, aunque mantienen cierto recelo debido a precedentes rocambolescos en negociaciones de este tipo.
Durante este tiempo de cierre, las exportaciones españolas a Argelia sufrieron pérdidas millonarias, dejando a miles de exportadores españoles fuera de ese mercado. No obstante, el suministro de gas argelino, crucial para España, se ha mantenido constante. La reciente decisión de Francia de respaldar la soberanía marroquí en el Sáhara Occidental ha complicado el escenario, ahora con un bloqueo de Argelia hacia el comercio francés. En medio de este remolino diplomático, la Cámara de Comercio de Alicante ha comenzado a reorganizar misiones comerciales hacia Argelia, esperando que esta reapertura impulse el comercio en la región y mitigue las huellas de un periodo marcado por rutas alternativas y alianzas comerciales con otros países europeos como Italia y Portugal.
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