El Real Madrid comenzó su participación en la Euroliga con una derrota ante la Virtus de Bolonia, a pocos días de su tropiezo en la final de la Supercopa. El equipo blanco no logró recuperarse de su reciente desilusión, mostrando un rendimiento deficiente, especialmente en lanzamientos de larga distancia, con solo tres triples encestados de 23 intentos. La Virtus, por su parte, supo capitalizar los errores de su rival bajo el liderazgo de Carsen Edwards, quien se destacó en la ejecución y manejo del partido, llevando a su equipo a una victoria convincente.
El desacierto del Real Madrid en el tiro exterior fue un factor determinante en el desenlace del encuentro. La falta de precisión desde la línea de tres puntos dejó al conjunto español sin herramientas para contrarrestar el empuje del equipo italiano. Esta derrota marca un inicio complicado para el Real Madrid en la competición europea, planteando interrogantes sobre su capacidad para superar los desafíos que se avecinan en la temporada. Mientras tanto, la Virtus celebra un inicio prometedor en la Euroliga, con Edwards consolidándose como una figura clave en su esquema.
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