La temporada de sandías y melones ha comenzado en España, lo que significa que estas jugosas frutas estarán cada vez más presentes en tiendas y supermercados. Aunque la venta de estas frutas enteras es habitual, también se pueden encontrar partidas por la mitad o en cuartos, una opción que puede parecer cómoda pero que encierra ciertos riesgos para la salud. La dietista-nutricionista Duna Nicolau ha advertido en un reciente video en TikTok sobre la contaminación potencial de las mitades expuestas, señalando que la pulpa al aire libre es susceptible a microorganismos dañinos.
Nicolau explica que la piel de estas frutas actúa como una barrera natural, protegiendo su interior de contaminantes. Sin embargo, una vez que se cortan, aumenta la probabilidad de proliferación de gérmenes, tales como E.coli, listeria y salmonela. Además, la manipulación en los supermercados y las temperaturas ambientadas, especialmente en las frutas no refrigeradas, pueden exacerbar este riesgo. La nutricionista concluye planteando a sus seguidores una pregunta que invita a la reflexión: ¿seguirá la gente comprando frutas cortadas o preferirá optar por enteras?
Leer noticia completa en 20minutos.