Una combinación de ola de calor, tormentas y fuertes vientos está dificultando la extinción de múltiples incendios que han devastado diversas regiones de España esta semana. Mientras los bomberos intensifican sus esfuerzos para controlar las llamas, las Brigadas de Investigación de Incendios Forestales (BIIF) y el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil investigan las causas detrás de estos siniestros, con la mayoría aún en fase de análisis. Se estima que más del 90% de los incendios forestales en el país son atribuibles a la actividad humana, con causas que van desde negligencias hasta intenciones deliberadas.
En el caso del incendio en Jarilla, Cáceres, se señala que una tormenta seca podría ser responsable, intensificando un fuego que ya ha consumido 4,800 hectáreas. Asimismo, en Puercas, Zamora, el fenómeno del «efecto lupa» generado por un depósito irregular de residuos resultó en la detención de un vecino por imprudencia grave tras provocar un incendio que arrasó más de 4,500 hectáreas. En otras localidades, como Teresa de Cofrentes en Valencia, un rayo desató un fuego que ya ha devastado 500 hectáreas, mientras que en Oímbra, Ourense, las labores de limpieza con maquinaria en días de alto riesgo también llevaron a un incendio, resultando en la detención de un hombre. En Galicia y Ávila, se han arrestado a personas por provocar incendios para beneficio personal, lo que refleja la compleja interacción entre negligencia y criminalidad en el origen de los fuegos en el país.
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